Inglaterra del siglo
XVII, un joven de diecisiete años profundamente enamorado de la bella Lady
Mirdtah, muere al dar a luz. En su pena, es transportado mentalmente al futuro,
a miles de años de nuestro presente, y al Reino de la Noche, donde el sol ya se
ha extinguido y los pocos seres humanos cuerdos que han logrado sobrevivir se
han refugiado en una gran pirámide metálica de más de ocho millas de altura y
poblada por miles de ciudades. Esta inmensa pirámide es asediada por toda clase
de seres mutantes que sólo son repelidos por unas alambradas y unas puertas
gigantescas y electrificadas que permiten que la especie humana sobreviva,
aunque no se sabe por cuánto tiempo.
Hermida Editores
nos trae en una excelente edición íntegra esta novela, considerada por
Lovecraft como la obra de ficción fantástica más singular escrita en lengua
inglesa, así que razones de sobra no nos faltan para adentrarnos en esta
terrorífica historia.
Hodgson nos
transporta a un mundo de pesadilla gracias a un estilo muy en la línea del
estilo gótico: descripciones al límite y una carga de romanticismo que, aunque
ya hayan pasado unos cuantos siglos desde que se instauró esta forma de narrar
y haya perdido vigencia hasta llegar a nuestros días, se agradece de vez en
cuando volver a este recurso para así poder adentrarnos como Dios manda en este
tipo de literatura.
Partiendo de la base que estamos ante una novela de terror,
el escritor no deja pasar la oportunidad para que sobrevuele por toda la
narración una cierta pátina de pesimismo y desolación, haciéndonos partícipes
así de las aventuras de nuestro protagonista en un mundo donde no existe la luz
y repleto de criaturas acechantes dispuestas a hacer de las suyas allá por
donde pasen.
Conforme vas avanzando en la lectura encontramos retazos de Milton y de su “El Paraíso Perdido” (una obra que siempre recomiendo leer y que
narra la rebelión de Lucifer contra Dios y su expulsión del paraíso, dando lugar
así a un concepto un tanto peculiar del Infierno), característica que va de la
mano de unas descripciones muy detalladas que puede desconcertar al lector más
impaciente.
El escritor despliega otros temas y géneros a lo largo de su
peculiar narración en forma de diario canónico donde encontramos romanticismo,
aventuras, dramatismo y fantasía, traduciéndose todo ello en una obra
conceptual y simbólica.
En definitiva: El
Reino de la Noche es una de las obras de terror y fantasía más importantes
de la primera época del género en los inicios del Siglo XX, y una de las
precursoras absolutas del “terror cósmico” que poco después popularizarían
otros autores más conocidos por todos nosotros.
Comentarios
Publicar un comentario