El inspector Monfort, natural de Villafranca del Cid, un pequeño pueblo del interior de Castellón, cumple con su cometido en Barcelona, pero tiene un gran apego a la tierra que le vio nacer. No hace mucho consiguió resolver el misterio de un asesinato cometido en la céntrica Plaza de la Independencia de la capital de la Plana, un caso que vimos en Asesinato en la Plaza de la Farola. Ahora, un viaje de rutina hasta Castellón le hace involucrarse en dos brutales muertes que van acompañadas de notas con textos bíblicos.
Para acabar de arreglar el día al Comisario Romerales, jefe de la comisaría de la ciudad, Silvia Redó, compañera ocasional de inspector Monfort, se ha tomado unos días libres y solo cuenta con un inspector algo negado y con problemas personales para llevar adelante la investigación. Poco a poco, la madeja se irá haciendo más compleja hasta que, con su diligencia habitual, Monfort comience a deshacerla.
Esta es la trama principal de Mañana, si Dios y el diablo quieren, la segunda aventura del Inspector Monfort y el resto de personajes surgidos de la pluma de Julio César Cano, autor de infinidad de libros de cocina que también ha dedicado tiempo a la literatura de viajes y al género policiaco.
Al igual que ocurre con la anterior novela, Monfort se mueve con soltura por la provincia de Castellón, un escenario poco proclive a aparecer en novelas de misterio y que una vez más está presente de manera muy realista en las páginas de la novela.
Los que conocemos bien la ciudad leemos con agrado las descripciones de sus calles, edificios e incluso estatuas muy especiales que pueblan sus plazas y es algo extraño saber que en estos lugares tan conocidos se fraguan intrigas tan intensas.
La novela, como toda buena narración de misterio, nos va dejando pistas, unas veces falsas, otras tan acertadas como ocultas, para ir descubriendo poco a poco la identidad del culpable de las muertes, y de paso, la identidad de esa mujer que sabemos que está en sus manos pero de la que desconocemos el nombre. La tensión de saber quien es está muy bien llevada, hasta el punto que barajamos tres nombres para ella, hasta que vamos descartando candidatas.
Una buena resolución, algo que es raro de encontrar y que llega gracias a la habilidad con la narración del autor nos hace querer que vuelva pronto el inspector Monfort y nos lleve, de nuevo, a degustar esas delicias gastronómicas que tanto disfruta el policía en cada visita a la provincia de Castellón. Y, según dicen, no tardaremos en encontrar su tercera aventura en las librerías...
Para acabar de arreglar el día al Comisario Romerales, jefe de la comisaría de la ciudad, Silvia Redó, compañera ocasional de inspector Monfort, se ha tomado unos días libres y solo cuenta con un inspector algo negado y con problemas personales para llevar adelante la investigación. Poco a poco, la madeja se irá haciendo más compleja hasta que, con su diligencia habitual, Monfort comience a deshacerla.
Esta es la trama principal de Mañana, si Dios y el diablo quieren, la segunda aventura del Inspector Monfort y el resto de personajes surgidos de la pluma de Julio César Cano, autor de infinidad de libros de cocina que también ha dedicado tiempo a la literatura de viajes y al género policiaco.
Al igual que ocurre con la anterior novela, Monfort se mueve con soltura por la provincia de Castellón, un escenario poco proclive a aparecer en novelas de misterio y que una vez más está presente de manera muy realista en las páginas de la novela.
Los que conocemos bien la ciudad leemos con agrado las descripciones de sus calles, edificios e incluso estatuas muy especiales que pueblan sus plazas y es algo extraño saber que en estos lugares tan conocidos se fraguan intrigas tan intensas.
La novela, como toda buena narración de misterio, nos va dejando pistas, unas veces falsas, otras tan acertadas como ocultas, para ir descubriendo poco a poco la identidad del culpable de las muertes, y de paso, la identidad de esa mujer que sabemos que está en sus manos pero de la que desconocemos el nombre. La tensión de saber quien es está muy bien llevada, hasta el punto que barajamos tres nombres para ella, hasta que vamos descartando candidatas.
Una buena resolución, algo que es raro de encontrar y que llega gracias a la habilidad con la narración del autor nos hace querer que vuelva pronto el inspector Monfort y nos lleve, de nuevo, a degustar esas delicias gastronómicas que tanto disfruta el policía en cada visita a la provincia de Castellón. Y, según dicen, no tardaremos en encontrar su tercera aventura en las librerías...
Título: Mañana, si Dios y el diablo quieren
Autor_ Julio César Cano
Nº de páginas: 360
EAN: 9788416363476
ISBN: 978-84-16363-47-6
Formato: 15 x 23
Encuadernación: Rústica
Precio: 18,90 €
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