Tom Z Stone 2: Let it be

Hace como tres años, tuve ocasión de leer una novela de zombis bastante atípica. No se trataba de la típica historia de una horda de muertos vivientes devorando a todos los personajes que se cruzaran por su camino. Era algo distinto a lo que íbamos viendo en otros libros, y llamó mi atención inmediatamente.

Tom Z Stone era una novela negra. Y de zombis. De hecho, el protagonista era un detective privado, de los de siempre, con su sombrero de fieltro, su sempiterno cigarrillo en la boca y la botella de bourbon siempre preparada para remojar el gaznate. Ese era Tom Z Stone, el protagonista de la novela. Y era un zombi.

Unos años después, llega a las estanterías la esperada continuación de esta novela, Tom Z Stone 2: Let it be, siguiendo con la especial querencia del protagonista con la mítica banda de Liverpool. Y es que en ese mundo donde se había producido la resurrección de los muertos (pero solo en un periodo de tiempo muy concreto), los Beatles siguen en activo. Se trata de un presente disfuncional, donde hay pequeñas diferencias entre nuestro mundo y el que vemos en la novela.

Sigue la trama de aquella primera novela, aunque se trata de un paso adelante. Se mantienen los personajes principales, mientras que alguno de los que tuvieron protagonismo en la anterior quedan como secundarios con frase. Un acierto, ya que el autor consigue que se establezca un vínculo con la historia anterior pero que avanza y nos situa en una trama nueva y sin casi relación con lo visto.

Nuevos personajes entran en escena, aportando ese puntito noir que tan buen resultado ha dado y juega con el asunto zombi de manera tangencial. Ayuda a definir al antihéroe clásico del género negro, pero no aporta escenas de casquería y peligro real como en otras obras. Aquí, el riesgo y la violencia viene desde donde viene en este tipo de historias: de las distintas partes involucradas en el misterio.

Joe Alamo vuelve a encandilarnos con una narración que bebe de los clásicos, aunque ofrece muchas y muy variadas sorpresas que si se consiguen ver, enriquecen la lectura. También es fácil encontrar nombres conocidos de sobras en el ambientillo literario nacional, lo que hace esbozar alguna que otra sonrisa.

Una novela de zombis, sí, pero de una manera que sólo habíamos visto firmadas por el mismo autor. Un punto a tener en cuenta: una vez más, aparece uno de los personajes recurrentes en distintas novelas de Joe, y además tenemos ocasión de ver, desde un nuevo ángulo, una escena perteneciente a otro libro. Huevos de pascua, que se llaman en las series y películas, que enriquecen ese particular universo "Alamaniano" que tanto me gusta.


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