Una
novela que desvela la devastación artificial y sistemática del hombre,
provocada por los efectos de la Primera Guerra Mundial
21 de febrero de 2013.-El yugo de la guerra
es el título de la nueva novela publicada por la editorial Berenice.
Obra de Leonid Andréyev, escritor, periodista y dramaturgo ruso
perteneciente a los clásicos más modernos de la llamada Edad de Plata de
la literatura rusa. Subtitulada Confesiones de un pequeño hombre sobre los grandes días,
escrita en 1916 y traducida por Rafael Torres Pavón, narra una
impactante historia sobre la Primera Guerra Mundial, en la que se
describe el horror de aquella Europa desmoronada y la miseria moral y
humana que implica toda contienda.
El yugo de la guerra
es una narración impecable y maestra de la retaguardia que cuenta, a
través de un diario, la peripecia de un contable en San Petersburgo
mientras arranca y se suceden los acontecimientos que dan lugar a una de
las guerras más sangrientas del siglo XX. Esta obra refleja el alto
nivel de miseria humana a la que puede llegar el hombre en unas
circunstancias como la de una contienda mundial, y aporta interesantes
reflexiones sobre cómo los hechos que le suceden al protagonista pueden
cambiar los valores y los sentimientos de las personas.
¿Es
la guerra capaz de borrar todo aquello que consideramos imborrable,
todo aquello que consideramos como estable y como verdades inherentes al
ser humano? ¿Será esta guerra mundial la primera que cambiará el
sentido de la guerra para todos? ¿Es ceguera moral, necedad, escapismo
ante el miedo que le atenaza lo que afecta a nuestros protagonista?
Estos interrogantes surgirán a lo largo de esta obra de Leonid Andréyev,
un clásico maltratado en España, que influyó en la gran literatura de
un Kafka, de un Thomas Mann, de un Herman Hesse o hasta hace nada de
todo un Milan Kundera.
El
diario de Ilya Petrovich Dementiev, protagonista de la novela, “es una
joya que nadie debería perderse, como las grandes novelas y relatos de
Andréyev”, comenta su editor David González Romero, quien recuerda que
“el año que viene se celebrará el centenario del primer conflicto armado
a escala mundial que cambió al hombre, pues por primera vez se enfrentó
a una devastación sistemática y artificial, causada por el mismo”.
Escrita
en medio de una intensa actividad periodística y recibiendo las cartas
desde el frente de su hermano Andrei Andréyev, este clásico escritor
ruso parece intentar domeñar la desastrosa situación escrutando a su
personaje e intentando averiguar si realmente ninguna guerra puede
enturbiar “las verdades más valiosas sobre el hombre”.
Leonid
Andréyev (1871-1919). Entre sus dramas, relatos y novelas destacan
aquellas “en lo que toca al lado oscuro de la vida” (Gorki) y que le
granjearon merecidamente la fama de “expresionista”. Entre sus libros
más conocidos, muy influyentes entre escritores como Kafka, Mann, Hesse,
Burroughs o Kundera: Risa roja, Los siete ahorcados, Anatema, Los Espectros....
Durante
la Gran Guerra fue uno de los intelectuales europeos más combativos
contra el conflicto y el germanismo. En 1914 publicó un drama muy
popular, Las tristezas de Bélgica, sobre la resistencia inicial a
la invasión alemana. Idealista y rebelde, y a pesar de su antizarismo y
sus esperanzas revolucionarias, a diferencia de su amigo Gorki, no
consiguió adaptarse al nuevo orden político tras la Revolución rusa.
Pasó sus últimos años en la pobreza, exiliado en Finlandia, donde antes
de morir aún lanzó una campaña de escritos contra los excesos
bolcheviques.
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